La inmortalidad ha sido una búsqueda constante de la humanidad. En todas las religiones y en la vasta riqueza de las mitologías, la vida eterna o la longevidad ha sido mencionada una y otra vez. Como parte de su esperanza, el humano dotado de pensamiento busca y anhela el trascender en el tiempo ya sea física o mentalmente.
Hace unos días el Gobierno norteamericano abrió la posibilidad a las
investigaciones con las células madres de humanos. Esto por muchos ha sido
considerada la decisión más difícil que ha tomado el presidente Bush en lo que
lleva en el poder, otros lo consideran como el tema de la década, algunos se
extienden diciendo que es el cuestionamiento del siglo, en lo personal me
gustaría ir más allá, la manipulación de la genética humana es el gran dilema
de la humanidad.
Con la decisión tomada por el presidente Bush se entró de nuevo en el tema
candente de la genética, especialmente la genética aplicada a la materia prima
de la vida humana, o al ADN humano. Entre los estudios más importantes del
momento podemos identificar los que involucran el mapeo de la cadena del ADN
humano, donde ya se han identificado los genes que causan ciertas enfermedades
hereditarias y algunos rasgos físicos.
Así pues, la ciencia está trabajando paralelamente; por un lado se identifican
los genes que forman la esencia del ser humano, ya que el ADN es lo que nos
identifica como ser, nos da los rasgos físicos, emocionales y determina
nuestras enfermedades futuras y presentes. Por otro lado, ya se hacen
investigaciones sobre cómo manipular dicho ADN, esto en un claro afán de
perfeccionarlo.
El estudio de las células madres es esencial para lograr avances sorprendentes
en cuestiones de la salud del ser humano, la célula madre tiene la habilidad de
tomar la forma y multiplicarse en cualquier otro tipo de célula humana,
básicamente se pueden fabricar órganos completos a partir de una célula madre.
Por otro lado, se han creado ya seres idénticos a un solo padre-madre por medio
de la clonación, en donde se toma el material genético y se inserta en un óvulo
despojado del mismo, el cual se estimula para lograr su división y
multiplicación hasta crear un ser idéntico al del material genético original.
Combinemos estos estudios hoy rudimentarios (comparados con lo que vendrá en el
futuro) y tendremos herramientas muy poderosas para cambiar a la humanidad
enteramente, cimbrando los principios mismos de la vida.
Aquí se abre un abanico muy amplio a la especulación y la imaginación del ser
humano, motivo hoy de películas como "Gattaca", "Parque
Jurásico", etcétera. Las cuales todavía se pueden considerar ficción, pero
no están nada fuera de la realidad futura.
También se abren dilemas morales como las declaraciones a la prensa del
arzobispo de Hermosillo, Ulises Macías, donde afirma que los seres humanos
clonados serán androides sin alma otorgada por Dios. Lo cual nos remonta a las
discusiones bizantinas en el Vaticano sobre cuántos ángeles cabrían en la punta
de un alfiler, claro todo con su debida dimensión ya que aquí sí se discute
sobre el alma (¿ADN?) de un ser humano.
¿Con el advenimiento de la tecnología futura y el eventual perfeccionamiento de
las técnicas genéticas para manipulación del ADN de cualquier ser viviente,
estará el hombre jugando a ser Dios? ¿O estará reclamando su derecho a tomar
del fruto del árbol de la vida? ¿Estarán las religiones en contra de la vida
eterna creada artificialmente por el mismo hombre? ¡Cuántas preguntas, cuántos
cuestionamientos y debates se abrirán sobre este gran dilema de la humanidad!
Estamos hoy viviendo parte de la historia que cambiará la cara de la humanidad
en siglos venideros, estamos hoy en el umbral de descubrir herramientas que
logren la inmortalidad de los seres vivientes de este planeta.
*Publicado en la sección editorial del Periódico El Imparcial el 28 de Agosto de 2001, en la columna De Frente.